Oud, el nombre árabe de la madera de agar, es un árbol de madera oscura raro y muy valorado, originario del sudeste asiático. El aroma se deriva de la resina fúngica natural que se encuentra en los árboles. Un aroma tenaz, animal y ahumado que inspira un culto místico en todo Oriente Medio. Utilizado en fragancias e incienso, marcando el tono para despertares espirituales y religiosos, el aroma se ha asociado durante mucho tiempo con lo divino. El aroma abre el camino hacia un respiro reparador de nuestros hábitos diarios, en un momento en que nuestras mentes pueden conectarse y trascender más allá del espacio físico.

Amado universalmente por culturas a lo largo de los siglos para perfumar habitaciones y cuerpos, el oud es quizás la trufa del mundo de las fragancias; no solo por su precio, sino por su aroma magnético, siempre cambiante y casi indescriptible en su naturaleza. Impresionante a primera vista, es cautivador y atractivo a la vez, y quizás el aroma más divisivo en el mundo de las fragancias.

Floris ha utilizado este exótico y suntuoso ingrediente para crear dos fragancias extraordinarias, Honey Oud y Leather Oud. La nota protagonista del hipnótico Oud se combina a la perfección con las notas dulces, suaves y florales de la miel inglesa y el aroma terroso, intenso y resistente del cuero. Fuerzas opuestas unidas por las cualidades seductoras, atractivas y misteriosas de la fragancia del Oud.

El equipo de perfumería de Floris aprovechó la oportunidad de trabajar con este ingrediente embriagador para crear un aroma opulento y profundo en carácter, sobre una base cálida de ámbar y vetiver, para crear un perfil de aroma duradero.

El cuero se asocia con lo militar, el trabajo duro y la destreza física, esencialmente masculino en su núcleo, juega el papel principal en la fragancia, seguido de un corazón cálido de oud y pachulí, con un toque de geranio y clavel con aroma a clavo, colocado sobre una base de oud para mayor profundidad.