Madres de Floris: El poder detrás de 89 Jermyn Street

Madres de Floris

El poder detrás de 89 Jermyn Street

Productos para el baño y el cuerpo con aroma a jazmín de noche de Floris

La historia de las mujeres dentro de la dinastía Floris

El nombre Elizabeth está asociado con varias mujeres inglesas maravillosas; Elizabeth Floris no es una excepción a este estimado grupo.


Son muchas las madres de Floris que han contribuido al negocio familiar, pero Elizabeth Floris ha dado un gran ejemplo, ya que era madre de siete hijos, contable y encargaba los perfumes para la tienda. Elizabeth se haría cargo de la gestión del establecimiento.


«La maternidad: todo amor comienza y termina allí.» Robert Browning


El fundador de Floris, Juan Famenias Floris, y su esposa Elizabeth comenzaron a vender perfumes, peines y productos para el afeitado en el elegante barrio londinense de St James. En 1730, abrieron juntos su boutique en el número 89 de Jermyn Street. Cuando su marido, Juan, falleció, Elizabeth tomó las riendas de la empresa, asegurando su éxito continuo. Hoy, el número 89 de Jermyn Street sigue siendo el corazón del negocio.


En la historia más reciente, Mary Anne Floris se casó con James RD Bodenham en julio de 1871 y tuvieron dieciséis hijos juntos. A partir de 1878, dirigieron la empresa. Se hicieron cargo del negocio de manos del hermano de Mary Anne, Joseph. La contribución de Mary cambió el apellido de la familia de Floris a Bodenham; los descendientes de esta línea siguen en la empresa en la actualidad.


Gracias a su dedicación, trabajo duro y perseverancia, estas mujeres han dejado una huella imborrable en el legado de Floris . Su papel como madres, empresarias y guardianas de la tradición refleja el profundo impacto de los vínculos familiares y la continuidad intergeneracional de la marca Floris y la futura dinastía.


Una de las primeras fragancias de Floris, Night Scented Jasmine, se presentó en 1806 como una carta de amor de Juan, el esposo de Elizabeth, que recordaba los paseos nocturnos bajo los cálidos cielos de verano de Menorca. Este aroma efervescente, que captura la esencia del jazmín en plena floración, es un aroma opulento y femenino de dimensiones chispeantes.